lunes, 3 de junio de 2013

Venciendo al miedo

Esto es… una bienvenida o una despedida según se mire, bienvenida a la gente que lea esto por primera vez, si alguien lo hace, a aquellos ojos  que por  azar se han cruzado con  estás líneas y han tenido la paciencia de leer . Pero también es una despedida a ese pedacito de miedo, a ese lastre incansable que me consume, ese  pequeño trozo de oscuro antifaz que velaba por la fragilidad de mis sentimientos,  pensamientos, dudas, inquietudes…miedos.  Es una despedida a la intimidad de mi triste  verso roto, un adiós  a la seguridad de esta cárcel compuesta de cuatro paredes, un folio, un bolígrafo y un corazón.


Una vez leí de alguien que todo era cuestión de empezar, yo creo que es cuestión de aceptarlo, dejar de lado el incesante murmullo del  “qué podría ser”,  olvidar el frustrante y punzante “qué quiero ser” y aceptar de una vez por todas lo que soy.


¿Qué quiero ser?  Quiero ser de esos hombres sin miedo, que se aceptan, ser capaz de, con palabras poder erizar los pelos, sacar una lágrima, dibujar una sonrisa,  reducir la distancia que nos separa a ceniza, creando un lazo invisible, intocable e irrompible entre mis sentimientos y los tuyos. Tocarte la fibra con un verso, con palabras.  Ser capaz de, con el  vacío que siento al escribir, poder llenarte por dentro. Ser capaz de alzar la voz,  y sin tapujos decir, esto es lo que soy. Pero…


¿Quién soy? Alguien que tiene miedo de alzar la voz, alguien que gastó folios y folios en su habitación,  uno de esos tantos que empezó a saciar sed con tinta y el hambre con papel.  De esos que dejó de mirar al gentío, y empezó a hurgar en su interior y no le gustó lo que encontró.  Escribía, con el único fin de contarle a alguien lo que sentía.  Y así días tras día. Noche tras noche, en un folio, en el móvil, en casa, en cualquier lugar sacaba la mierda que llevaba dentro. Pero parecía infinita, nunca acababa pero... dejé de sentirme mal. Lo disfrutaba.  Y me agradaba, hice de mi dolor mi propio arte. Pero tenía miedo de compartirlo. Camino por la vida con una coraza y sin ella me siento frágil, desnudo, débil. No quería que me conociesen tal y como soy, pero quiero exponer lo que escribo, saber si puedo llegar con lo que digo, que alguien que no me conozca pueda llegar a entender lo que escribo, lo comparta y lo sienta, más allá de las voces críticas y voraces. Nunca lo sabré si no lo pruebo, si no lo hago público. Si no venzo al miedo y acepto que da igual lo que opinen mientras yo esté contento con lo que hago.


Es poco pero,  poco a poco voy venciendo al miedo.

2 comentarios:

  1. Te entiendo, creeme ^^.

    Pd: soy el amigo de Laura, me gusta bastante lo que escribes pero aún quedan largos senderos que recorrer. Sigue dándole, si dejas de escribir de alguna forma te desvanecerás tenlo presente y no tengas miedo a nada,ni a lo que puedan opinar ni a como los demás reaccionarán; se tú mismo y todo lo otro llegará. Solo así seremos libres. :)

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  2. Gracias por comentar, es bueno saber qué opina la gente de lo que escribes y sobretodo si es algo positivo. Seguiré dándole creo que para eso no hay otra opción posible, solo espero escribir y seguir publicando a ver a donde llevará esto. Y espero que sigas leyendo y que te siga gustando!

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