Si pudiera empezar de nuevo,
recuperar lo que más quiero,
pagarle a nuestro amor lo que le debo
y no dejarnos nada en el tintero.
Quizás el final sería distinto, quizás no,
sin embargo lo habríamos intentado,
pero te refugiaste en los brazos del silencio,
en el lento devenir del asesino que es el tiempo
y yo, resignado y derrotado sin la oportunidad de haber luchado
por nosotros, egoísmo en estado puro,
decidiendo por los dos nuestro futuro,
vuelvo a levantar el muro, a fingir frialdad y orgullo,
para proteger un corazón que sigue siendo tuyo.
Caen lágrimas con tu nombre talladas en el llanto,
ahora busco dentro, apartando los despojos,
el eco de su voz, la sonrisa de sus ojos,
encuentro a mi inocencia tiritando de miedo,
aferrándose a un corazón con agujeros,
por donde escapa el afónico canto del jilguero
por la ausencia de lo perdido
y lo que queda por perder,
por la infancia que se ha ido
y nunca va a volver.
Por los que no abandonan tras morder el suelo,
obligados a levantarse y empezar de cero,
por el dolor de los que solo saben ser sinceros.
Sacrificando el alma en cada verso
nobles sentimientos sin tapujos ni disfraces,
jugándose la vida en cada beso
esperando que dolor y amor hagan las paces.
Ahora ves y diles donde está el consuelo,
dime de que me ha servido ser el primero,
si no podré escuchar más de tus labios un te quiero.
Sabes, ya no entiendo el lenguaje de la lluvia,
antes sonreía escuchando susurrar a los cristales,
buscando tu reflejo en los charcos de calles vacías,
los días de frío, peli, manta y tu compañía.
Hoy miro al cielo y no soporto su gris sonido a despedida.
Y sí, quizás sea un estúpido que no pretende cerrarse la herida,
un testarudo que no quiere ni sabe aceptar lo que ha ocurrido,
porque aún siento que me queda tanto por hacer contigo,
que ni tú ni nadie debería dudar de los deseos que persigo.
y ya perdí la cuenta pero sumo y sigo,
un día más y otro más viviendo al filo
entre la frontera del recuerdo y el olvido.