jueves, 28 de mayo de 2020

Más allá del nosotros


¿Quién soy más allá del nosotros?
Qué quedará del yo al abrir los ojos,
dolor y despojos, una certeza en el aire,
más allá de 4 amigos no le importo a nadie.

Sigo en la hoguera en la que me dejaron,
y no brillo ni me purgo, solo ardo,
allí entendí que soy alguien fungible
 y, muy a mi pesar, no soy incombustible.

Acólito del sufrimiento y el dolor.
y ni en eso, puedo ser el mejor,
como todos puedo maquillar un par de versos,
pero el aplauso no silencia el hedor.

El dolor no dignifica y menos cuando nace
buscando aceptación y la luz de flashes
no hay honor en sacrificios altruistas,
que destilan reproches si apartas la vista.

Nadie concede medallas al desgaste. 
¿Sabes porque cuelgan de mi pecho sin pudor?
me las puse yo, para justificarme,
para no sentirme un fraude entre tanto vencedor.

¿por qué sino en que lugar me deja?
más pendiente de las rejas que de la puesta de sol,
¿no tengo respuestas? esa mierda es un farol,
La autocompasión pesa más que el amor.

Es este caer eterno y sin motivo,
 oscila entre flotar y la velocidad del sonido,
 la cual desprende  fragmentos de mi mismo,
 hasta quedar reducido a puntos suspensivos.

El vacío cristaliza en mi, en esquirlas de miedo 
que contraluz dibujan sombras en tu pelo,
un sin fin de preguntas en las que me enredo
 patrocinadas por lo que pudieron ser y nunca fueron.

¿Quién soy más allá del nosotros?
¿Qué me mueve más allá de nosotros?
¿qué quedará del yo al abrir los ojos?
más allá de dolor y despojos.

¿Quién soy más allá del nosotros?
Qué quedará del yo al abrir los ojos,
dolor y despojos, una certeza inmutable,
más allá de 4 amigos no le importo a nadie.

domingo, 17 de mayo de 2020

Calles de Noviembre

Entre capas de impermeable incomprensión
el silencio se desliza entre lluvia y obsesión,
nadie dilucida el secreto de la herida errante,
porque no atinan a preguntar lo importante.

Capitalismo social, cultura de escaparate,
tu valor sube si estas dentro del envase,
las emociones se confunden dentro de la imagen,
la alegría en blanco y negro, la tristeza en rosa mate.

La libertad es una mentira que se cuenta sola,
dura lo que duran tus stories o la moda,
vivimos en sus ojos, vivimos en su boca,
nos define un ideal, ínfulas de nada importa.

Aquellos a los que se les da mal,
y callan con tal de no aparentar,
esperan que alguien se de cuenta de su suerte,
y les pregunte ¿cómo estás realmente?

Ahora que sentido tiene gritarle al aire,
hablar de los caminos que no llevan a ninguna parte,
qué más da si llega tarde,
nadie le enseñó a mirar hacía adelante.

Qué más da, si todo arde,
ya no hay lágrimas que puedan salvarle,
deja que todo arda  con él dentro,
para que entiendan que su brillo es sufrimiento.

El olvido reclama por derecho lo que es suyo,
Un corazón desecho y ya falto de orgullo,
reclama los abriles que amparaba en su vientre
a cambio le devuelve a las calles de Noviembre.

 Con el tiritar de su duelo hace una canción,
no sabe cantar, lo compensa con pasión,
pase lo que pase se hará el fuerte,
hasta que alguien le pregunte ¿Cómo estás realmente?

jueves, 14 de mayo de 2020

Conjuras de Noviembre


Las lluvias de Noviembre inundan una regadera,
Que llora su suerte a un yermo corazón de tierra,
pa’ Broten entre asfalto y flores descosidas,
algo similar a un Girasol suicida.

Porque la tristeza siempre vino cruda
y perdura más allá de luces y censuras
pequeña flor de loto en el estanque de mis dudas
y yo roto, pagando todas sus facturas.

Bastaría con hacerlo puro,
Pero el ego confunde la justicia con su nombre
Entonces mancillo una inocencia sin futuro,
Donde no importa qué ni cómo sólo el orden.

Un Arrebato plañidero que despide a la razón
 rompe amnistías, promesas de redención,
La autoexigencia rompe filas y me atrapa,
En una conjura que desprecia cuanto ama.

Y yo, y yo y yo y yo
que rompo cuanto toco,
Soy cenizas de nieve,

Y yo, y yo y yo y yo
Soy cenizas de nieve
Atrapado en las conjuras de Noviembre


Escuche por algún lado que la vida es desdecirse.
Y yo que amo lo que hago y odio cuánto hice,
Sigo directrices, pero a la hora de  culpar
No hay matices, el silencio sabe a quién juzgar.

No depende del enfoque, depende del que mira,
En mis ojos sale quemada la alegría,
Se atisba un gris contorno de melancolía,
Y un amago de sonrisa que suplica a la armonía.

Así todos los días, despojos de juventud,
Con un hambre insaciable hostigando a la virtud,
Pagando el precio de ser nadie, figura de viento 
 cimas que no existen más allá de mis complejos

No traigo barras frescas, solo desvaríos
Respuestas que no aplico y promueven el vacío
Mientras la autoexigencia rompe filas y me atrapa,
En una conjura que desprecia cuanto ama.

Y yo, y yo y yo y yo
que rompo cuanto toco,
Soy cenizas de nieve,

Y yo, y yo y yo y yo
Soy cenizas de nieve
Atrapado en las conjuras de Noviembre