martes, 14 de enero de 2020

A medias

A veces me pregunto que duele más,
las dudas o las certezas,
tenerte todo el día en la cabeza,
o que tu miedo ya no sea una sorpresa.

Me pesa esta flaqueza iridiscente,
este querer volver a verte,
esta firmeza que disfrazo de valiente,
a la que siempre traiciona el subconsciente.

Siempre entre el laurel y la estocada,
siempre esperando por ti, Clara,
duele este dócil mantra de la espera,
a la espera de un futuro que no llega.

No puedo prometerte la utopía,
no puedo asegurarte la victoria,
ni allanarte el terreno a la derrota,
solo puedo regalarte el día a día.

Mi vida, eso es todo lo que tengo,
y si no es suficiente para ti, lo entiendo,
pero quiero que me dejes o me quieras,
y hagas lo que hagas no lo hagas a medias.

Porque la incertidumbre no se lava con el tiempo,
ni el recelo muere con argumentos,
me merezco el vértigo y el alambre,
perder o ganar pero hacerlo a lo grande.

Quizá tu precaución se razonable,
y no somos compatibles ¿quién sabe?
nos llevaremos la inquietud a la tumba
pues lejos de excusas, no lo sabremos nunca.

No quiero esperanzas ni perdón,
solo pido una ocasión,
sin filtros de corazón a corazón,
aunque no decidir también es una decisión.

No quiero que esta letra sea una excusa,
decide, ten fe o sigue confusa,
no tiro la toalla tampoco espero en balde
tú verás si es demasiado tarde.

jueves, 9 de enero de 2020

Lo mismo de siempre

En esta rota y gris quietud,
de silencios que acotan la luz,
un alud de preguntas busca consuelo,
y yo las entierro en mis ojos de nuevo.

Pero pasado un tiempo tocan a la puerta,
ese brotar lento que aprovecha  grietas,
y el espejo no da respuestas ni consejos,
y tu lejos, lejos, tan lejos.

Ahora solo callo e imagino,
respiro de futuros alternativos,
duele saber que solo es ruido,
y que si escribo es para hablar contigo.

Porque me quedan tantas cosas por decir,
ojalá estuvieras aquí para poder oír,
a veces miro el móvil esperando una llamada,
un mensaje... pero nada.


Cómo explicarte esta maldita frustración,
esta absurda guerra del tú contra el yo,
¿cuándo empezamos a ser enemigos?
dejamos de ser protagonistas para ser testigos.

Que me cansan ya los puntos de vista,
mátame a reproches si lo  necesitas,
pero hazlo lejos del orgullo que tirita,
lejos de miedos, barreras y huidas.

Porque sé que una vez estuviste desnuda,
por eso ahora me asalta la duda,
¿cuándo te pusiste la coraza?
¿ Por qué mi voz no te alcanza?

Si me matas, por favor, hazlo bien,
deja a un lado máscaras y parches,
mírame otra vez como solías hacer,
y dime "Sergi te quiero" pero no puede ser.

Quizá solo así me de por vencido,
quizá solo así le encuentre sentido,
porque aunque diga que estoy bien no olvido,
el calor de tu cuerpo sobre el mío.

Que si, que el futuro traerá algo bueno,
solo sé que te echo de menos,
joder tan difícil es creer en un cambio de rumbo,
HACERLO, y que se calle todo el mundo.

Escucha, no se que es lo correcto,
solo hago lo que siento al momento,
ahora solo quiero verte una vez más,
y que me contestes  un par de preguntas.

Un alud de preguntas que busca consuelo,
y yo espero, te espero en silencio,
y tu, estas lejos tan lejos,
y yo las entierro en mis ojos de nuevo.