lunes, 23 de marzo de 2020

La niña detrás de la cámara

Caminando por un pasillo atemporal
De viruta otoñal y juventud inmortal,
Miro al patio y el tiempo se para 
A mirar una niña detrás de una cámara. 

La lluvia señala el lugar exacto,
Donde la hoja descansa después del impacto,
La lluvia nos habla de luces y asfalto, 
Y ella es ajena a la nostalgia que palpo.

Ella contempla la vida desde su prisma
Busca guardar el aliento del tiempo, 
El mundo, una orquesta lejana e imprecisa, 
Ella mira, dispara y retrata al silencio. 

A mis ojos, ella porta el estandarte
Que representa la juventud y su hambre
Y me invade una duda tozuda que late
¿Es tarde? ¿Para mí ya es tarde? 


Ella tiene al reloj de su parte
Hambre de ser, buscar y encontrarse, 
En contraste con este complejo de vejez
Del que ha visto morir a  más de un atardecer. 


Y Quizá sea envidia sana y descarnada, 
Por mantener intacta una parte que me falta, 
Ella representa lo que fue y no será 
La certeza de que ya, no hay vuelta atrás. 


Miro al patio y el tiempo se para
A mirar a una niña detrás de la cámara 
La lluvia nos habla de luces y asfalto
Ella es ajena a la nostalgia que palpo. 


En este pasillo atemporal suena el timbre, 
El momento decide que es hora de irse, 
Ella, ajena al paso del tiempo
Mira, dispara y retrata al silencio.

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