lunes, 9 de diciembre de 2019

Abuela

Esta es una letra sin remite ni destino,
se te olvidó decirme a donde te has ido,
no escribo para ti, es puro egoísmo,
escribo para plantarle flores al olvido.

Abuela,

Tu hijo es un bebé enorme que llama a su madre,
tu hija se hace la fuerte, pero esto le va grande,
buscan normalizar la pena,
abuela, yo solo quiero que duela.

Hice de tu miedo el mío,
de tus ojos vidriosos nació un collar,
bañado el sal con quilates de frío,
que ahora me acompaña a cualquier lugar.

El aliento es una sala de espera,
donde pasea la vida y su duermevela,
aquí velan la arena y el tiempo,
hasta que el aliento se confunda con el viento.

Abuela, veo que la muerte dignifica,
pero dejaste heridas que no cicatrizan,
tu hija siempre buscó tu aprobación,
 y te fuiste sin darle esa opción.

Eras la de Sergio, hijo, que gordito estás,
acaba el plato, repite, come más,
un vals con la escoba al son de Bisbal,
recuerda que por ti, deje de fumar.

Sergio vistes como un pordiosero,
Nuria... de guapa tienes el pelo,
en serio sois un par de pendencieros,
y luego, "mira que nietos tan bonitos tengo".

Te gustaba ponerte medallas,
dichoso de aquel que te llevara la contraria,
la cocina tu altar, tu la mesías,
"que me entere yo de que hay tripas vacías".

Tus riñas con Nuria eran todo un clásico,
Cristina para arriba... Cristina para abajo,
Carlos, mi Carlos, que un ángel te guarde,
y tu Sergio, como te pareces a tu padre.

"Y yo quiero a mis hijos y a todos por igual"
mis hijos son estos dedos, lo puedo explicar,
si cortas este duele, si cortas el otro también dolerá,
pero se te vio el plumero hasta el final.

Nunca moviste un dedo para vernos,
"niños a ver si vais a ver a la abuela",
pero siempre preferiste Puente Viejo,
"lo siento chicos, empieza mi novela".

"Hombre, dichosos los ojos que te ven,
me moriré sin verte otra vez",
yo te decía no seas exagerá,
abuela, ahora eso es verdad.

Siento no haber sido más coqueto,
que fuera difícil presumir de nieto,
abuela espero que me perdones,
sigo sin subirme los pantalones.

Siento no haberte escrito el poema,
se que me quisiste a tu manera,
siento que el tiempo haga que olvide tu voz,
y aprenda a vivir sin rastro de dolor.

Abuela, no te fuiste sola en el camino,
Sergio también murió contigo,
solo sonaba bien en tus labios,
y de un beso la luna los dejo sellados.

"Sergio, cuando seas mayor lo entenderás"
lo siento abuela, creo que no lo haré jamás,
y a la espera de saber si existe un cielo,
te quiero, nos vemos en mis recuerdos.

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