La vigilia del miedo vigila a los cuerdos,
en este amor de duermevela e incendios,
ceniciento vaivén de caricias y besos
que ya solo viven del recuerdo.
Solo argumentos sin filtro ni fecha,
en esencia, yo digo izquierda y tu derecha,
nos ciega una rabia punzante e intensa
tu una espartana, yo un guerrero persa.
Más de protestas, que de usar la razón,
más de defensas, que de abrir corazón,
cenizas de guerra, o la redención,
orgullo o amor, esa es la elección.
El goteo de reproches apago el candor,
a tu lado, me sentí el mejor,
ahora soy impostor, un simple error,
¿desde cuándo fue que no te llega mi voz?
Siento hacerte sentir lo que siento,
un vacío violento , hastío y lamento,
sentimientos furiosos que gritan banzai,
morir matando, eso es lo que hay.
Dejamos de mirarnos a los ojos adrede,
solo quiero recuperar ese antojo perenne
recuperar lo que es tuyo y mío,
un corazón que latía pese al frío.
¿El camino es largo y sin norte?
¿Es hacerse daño por deporte?
una duda que se respira en el ambiente,
Quizá no sea suficiente…
Pero...
Cenizas de guerra o la redención,
Orgullo o amor, sombra o luz,
yo ya hice mi elección,
dime ahora, ¿qué eliges tú?
A quién va dirigido?
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