Abro la ventana y los fantasmas salen a la luz,
luz de luna azul se derrama en la piel y tú
coses alas y que clamas dramas sin virtud
alud de cruces dagas que marcan el boom
Va, de la herida al papel
juventud perdida en el filo del ayer,
riel de miel, rimel de escarcha,
réquiem por este candor que se marcha.
Y como Miles busco ese gran quizás,
y la verdad se oculta tras la ceniza,
por eso la brisa se la lleva con el tiempo,
nada es eterno, ni el amor ni el remordimiento.
lento, para todo menos pa’ el dolor,
flor de ojos opacos que deshojo con pudor,
pétalos que soplo y se convierten en cuchillas,
ávidas del licor que se derrama en mis mejillas.
no, no soy ningún OG,
Biggie sí que apuntaba al cielo
mi limit está en apurar el hielo,
y mirar a otro lado, en diagonal cual alfil.
no, no soy ningún OG,
Biggie sí que apuntaba al cielo
mi limit está en apurar el hielo,
hostil guerra, ser silencio o decibelios.
a mi me representa Bojack y su despensa,
con extra de preguntas sin respuesta,
siempre alerta, siempre llegando tarde,
sin herramientas, para formar un plan b.
kamikaze por despecho que se estrella sin honor
contra un lecho de cristales sin destello redentor
ciego de ideales que no valen lo que pide
porque pedir la paz para uno es un crimen.
yo siempre tuve si, grandes esperanzas,
igual que Pip ahora veo que no alcanzan
John Malkovich en el papel del papa,
frágil y bello cual jarrón de porcelana.
Citando a Thomas Shelby te lo explico lo que pasa,
no tengo las putas palabras,
porque no han inventado las palabras,
que cierren las ventanas dejando fuera a los fantasmas.
no, no soy ningún OG,
Biggie sí que apuntaba al cielo
mi limit está en apurar el hielo,
y mirar a otro lado, en diagonal cual alfil.
no, no soy ningún OG,
Biggie sí que apuntaba al cielo
mi limit está en apurar el hielo,
hostil guerra, ser silencio o decibelios
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