Por primera vez, no escribo para mi,
quizás en un febril desliz,
el eco de mi voz resquebraje tu marfil,
sea un oasis en tu guerra sin fin.
Y no, no siento ser quien soy,
y rubrico lo dicho hasta hoy,
tengo pocas virtudes y mil defectos,
y lo acepto, no puedo ser perfecto.
Si siento no haber sido suficiente,
quise ser nido, menudo inconsciente,
quise protegerte, de mi, del ambiente,
pero tu peor enemigo eres tú, desde siempre.
No supe parar el temblor de tus ojos,
tampoco quitar el peso en tus hombros,
recibir el puñal, decirte "tranquila",
me quedo, encontremos una salida.
En lugar de eso, gastamos saliva,
dispuestos a hacer más grande la herida,
con la determinación de un suicida,
siempre es más fácil la huida.
Nos perdimos en trifulcas y disputas,
con el "yo más que tú" en la boca,
eso si, el orgullo siempre intacto,
dime ¿mereció la pena pagar tanto?
Quizá no supimos como querer,
quizá dejamos de intentarlo al ver,
que debíamos elegir,
mirarnos por dentro o el camino fácil
Ahora que se acaba el año,
no se por donde empezar con el daño,
como explicarte que sigo cerrando el armario,
y que te llevaste la pasta de dientes del baño.
Que ahora soy yo, el que antes de dormir,
estira la sabana y el cojín,
que al salir de casa, busco tu coche,
y aunque no estés, te doy las buenas noches.
Como explicarte que doy la vuelta atrás,
para hablarle a una cama desierta,
al darme cuenta niego con la cabeza
luego, el silencio sentencia.
Y como en toda historia, todos tienen opinión,
se que escucharás de todo, como yo,
y me da igual, si creen que es un error,
si lo es es mío, y quiero cometerlo.
Solo quise quiero que me hables sin recelos,
solo quise quiero ser más importante que tu miedo,
solo quise quiero ser,
un lugar al que volver.
Mientras escribo pienso,
que pensarás de todo esto,
quizás que exagero demasiado,
o que la mitad es inventado.
También siento miedo, la verdad,
de creer en algo que no es real,
si es lo que creo se puede arreglar,
y si no, es hablar por hablar.
Entonces, me guardo esta última bala,
quizá con el tiempo, tú la disparas,
pero si no juegas no toca la lotería,
quizá la suerte, este de parte mía (nuestra).