Cuando el abrazo de la vida no te deja respirar,
si a cada paso y decisión no haces más que tropezar y tropezar,
y estás cansado de un lugar que no te entiende y necesitas escapar,
lejos, donde todo tenga sentido, a tu compleja y segura soledad,
escapar... o lo que es lo mismo empezar a imaginar:
Ser el mar brindarte deseos embotellados y envueltos con espuma,
ser el amante de un sol que no se consuma entre la bruma,
el descendiente de la luna que me mece y me acuna,
ser el amante de una vida que me ofrece su fortuna.
Porque no todo es tan gris como lo pintamos,
imagina que la palabra "adiós" no salga de mis labios,
que ser sinceros no sea cosa de unos pocos,
y que sepamos perdonarnos por miedo a olvidarnos.
Te imaginas que la estupidez humana tiene cura,
y la locura que emana del egoísmo al fin supura,
que el boceto de la unión deje de ser secreto,
y que el respeto sea algo más que siete letras del alfabeto.
Imagina calmar la sed con lágrimas de alegría,
matar el hambre con un gesto, un abrazo, un beso en sintonía,
y con sonrisas dar cobijo al pobre y alejarlo de duro asfalto,
y que en este podrido y corrupto mundo, el dinero no fuese para tanto.
Y que tanto no fuese el odio que me guardo,
y no necesitase de estas frases para sentirme a salvo,
o cuerdo, imagina que la ilusión dejase encinta a la inspiración,
para dar a luz a un verso, una nota a una canción.
Imagina ser canción. conectar los cascos al corazón,
ser capaz de traspasar la piel del oyente, ser una fuente de emoción,
fiel confidente de triunfos y miserias, ser tu oración,
la paz, la calma que salva a esas almas sin dirección.
Imagina que la decepción y la desidia son un murmullo irreconocible,
que me guíe el orgullo de una convicción indestructible, sentirme siempre invencible
que emigren el bajón, el dolor y la traición dejando a este corazón libre,
y cuando acabe con todo solo quede una expresión: increíble.
Increíble como un ave surcando el basto cielo abierto,
existir entre las curvas del viento, ser hijo del firmamento,
con la libertad de vivir sin rumbo ni pasaporte,
y sin mayor necesidad que perseguir el horizonte.
Imagina por un instante poder retroceder,
borrar todos los errores que te vieron crecer,
¿Qué harías? cambiarías un pasado que no estará presente,
o te mantendrías firme, porque a pesar de todo aprendiste a quererte.
Imagina que la muerte es una excusa,
un vuelo lejano alejado de esta realidad difusa,
el regalo de encontrarnos en otra vida,
despojados de lo malo y con la lección aprendida.
Imaginar, todos necesitamos ese efímero instante de placer,
el somnífero que mantiene a flote lo que queremos ver,
lo que queremos sentir, pero la verdad es tan diferente,
tan diferente y a veces triste que me encierro en la mente
hasta que me canso y pienso, ¿por qué no cambiar el presente?
Por lo que imagina dejar de imaginar por un segundo,
dejar atrás las quejas y las mieles de sueños profundos,
enserio, dejar de dormir en los laureles y de imaginar por un segundo,
abrir los ojos, cerrar los puños y empezar a plantarle cara a este mundo.
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