miércoles, 14 de noviembre de 2018

Solo te pido

La gota que rebosa una copa rota, 
otra derrota, otra y otra
un grito, ¿es bala o bengala al aire?
el silbido se apaga. Silencio. nadie.

Me rindo a esta fina ironía, 
de ser ruido, en una sala vacía, 
ser luz para la gente que te nombra,
 y sentir que solo eres una sombra.

Odio es demasiado fuerte me dijo,
me quede corto, lo siento, me corrijo,
es hastío destilado de la ira que derrocho,
si escucho lo que dicen, si les miro a los ojos.

La fatiga vino a tomarme medidas,
una caja de pino, vacía de armonía, 
la gente se encarga de abrir viejas heridas,
el resto, el resto es cosa mía.

Estoy cansado, a secas, sin más,
cansado de falsas condescendencias, 
del ¡ey! ¿Qué tal la vida?
en realidad me la suda solo era cortesía.

El agua ya cubre mi rostro, me hundo, 
lento descenso a lo más profundo, 
y no... No quiero pedirte ayuda, 
quiero que al mirarme conozcas mi fortuna.

Y no, a veces no quiero tu opinión, 
y no, no quiero una puta solución, 
solo quiero que insistas, que preguntes, 
solo necesito, que me escuches.

Y ya se que siempre es lo mismo, 
que me repito y ando en círculos,
es mi problema, no te pido que luches 

solo que preguntes, solo que me escuches.

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