Hoy vuelve a ser uno de esos dias,
la lluvia diluye todo aquello en lo que creía,
vuelta a las estanterías vacías, ahogarse en los charcos,
a las necias redenciones, la extinción de los astros.
He vuelto a apretar los puños, bajar los brazos,
al suspiro que entrelazo con ocasos
a la promesa que siempre rompo en pedazos,
"deja de volver por una vez sobre tus pasos."
Lo siento, he vuelto a odiar el arte,
a los que enarbolan su estandarte y se proclaman baluarte,
¿de qué? dime ¿de que bando formas parte?
te diré quien va a odiarte de aquí en adelante.
He vuelto a aborrecerme, a apagar amaneceres,
volver a preguntarme oye, ¿quien coño eres?
atrapado en las redes de opiniones a contracorriente,
Dude un segundo, uno, suficiente...
Incluso ahora, escribiendo estas líneas,
veo gramática exigua a leguas de la cima,
un tropiezo infinito, trofeos de aire,
he vuelto a sentirme nadie.
Sabes solo quise un verso en esperanto,
unificar al mundo bajo el mismo manto,
quise la elegante sensibilidad de Lechowski,
la despreocupada sinceridad de Charles Bukowski.
La profunda y compleja sencillez de Iribarren,
la cruda belleza del santo centauro, también,
las ojeras en el alma de Morgan, el matiz
de sembrar primaveras en diciembre como Sharif
Quise el talento de Donald Glover,
vivir la vida sin que nada ni nadie incomode
la mente y la visión de David Simon,
y que ser grande fuera mi destino.
Quise y quiero eso y más
quizás darlo todo por un poco de paz,
verás pongo tan altas las metas,
que dejo la autoestima tirada en la cuneta.
Quise y quiero eso y más,
si te fijas hablo de personas ajenas,
porque aún sigo bailando al filo del abismo,
luchando por querer ser yo mismo.
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