miércoles, 14 de octubre de 2015

Gracias

Gracias...

A mis padres por darme la vida y una hermana,
que se enfada si no la menciono en este texto,
tan tímida y orgullosa con sus sentimientos por miedo a estar desarmada,
que las peleas y mofas de hermanos son nuestra muestra de afecto.

A mi madre, porque sus hijos son lo primero,
a mi padre, por ser mi credo, mi modelo,
por aguantar la presión de expectativas rozando el cielo,
por aguantar nuestra decepción cuando era hora de tocar el suelo.

Gracias por dejarme caer, a pesar por mi mismo,
perdón por creer que solo yo caminaba haciendo malabarismos frente el abismo,
por entender tarde que un hijo no viene con manual de instrucciones,
pero siempre te exige soluciones, te culpa de los errores,
lo siento, se que siempre tuvisteis buenas intenciones.

Gracias a mi abuela Ana pues no faltó plato en la mesa,
a mi abuela Juana, gracias por tu fortaleza,
por esas tardes de meriendas y telenovelas,
pero recordarme cada dos segundos que el tiempo vuela.

Por cambiar de móvil, aunque no te enteres, solo para presumir de nietos,
aunque siento no haber salido más coqueto,
gracias por esos "súbete los pantalones", "¿enserio saldrás así a la calle"?
"el día que llame a la tele para que te cambien que no te extrañe".

Y a pesar de los "cuando seas mayor lo entenderás"
abuela he comido por cinco, calla y como más,
se que estás orgullosa de mí,
yo solo quiero que me veas crecer, que sigas sintiéndote así.

Gracias a ti Nico, aunque no se como empezar,
gracias por gastarme ese nombre que aún no sabes pronunciar,
por devolverme la fe en la inocencia, por el hambre de preguntas,
tantas que acabamos por inventarnos las respuestas.

Gracias por creernos, por emocionarte por las pequeñas cosas y tener que seguirte el juego,
por ponerle tanto ruido a nuestras vidas que luego,
tenemos miedo a romper el silencio sagrado cuando estás dormido,
por recordarme ese brillo, que los mayores hace mucho que perdimos.

Gracias a tus padres por la oportunidad de nacer,
¿Quieres la verdad? no tengas prisa por crecer,
no nos imites como si fuéramos modelos a seguir,
no entiendes que el superhéroe eres tú, tú el que me salvas a mí.

Gracias

A los amigos que no saben de estos versos porque no me leen,
a los que no preguntan porque con mirarme ya lo saben,
a los que meten el dedo en la llaga para curarte las heridas,
por quedarse cuando nadie más lo hacía. por amortiguarme las caídas.

Gracias a mi primer amor por ser luz en este foso,
sabéis, nunca fue el más guapo, inteligente ni gracioso,
pero de entre todos vosotros me eligió a mí,
la libertad de compartir miedos, ir desnudo, de no fingir.

Cuando el silencio no es violento, es armonía,
cuando un beso, un gesto, un segundo a su lado cambia el día,
cuando el mundo se derrumba y no importa porque ella es tu motivo para seguir,
si has sentido esto, no tengo nada más que decir.

De nuevo, gracias a mi primer amor,
por romperme, enseñarme de verdad que es el dolor,
porque ahora antiguas quejas y pataletas tienen cierto encanto,
porque ahora los golpes solo son rasguños en este escudo cosido por el llanto,
porque desde ese día, nada ha dolido tanto.

Gracias a ti, por tirar la toalla dos veces y cogerla al vuelo,
se que no fue fácil, y que pedir perdón no es un consuelo,
si yo fui un pez atravesado por el anzuelo del pasado y su velo,
tú fuiste mar donde perderse y empezar de nuevo.

Gracias...

A la muerte y su regalo, que nunca deja de asustarme,
a las heridas de las que presumo aunque sean por cobarde,
a las mentiras y su humo, de las verdades que llegan tarde,
a la tristeza y sus jardines de versos con sangre.

Al odio a los que se fueron y que luego arde, doy
las gracias a este folio, aquí me atrevo a ser quien soy,
pues no soy más que el reflejo de lo que he vivido,
gracias, a todos vosotros os dedico lo que escribo.

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