Esta es una historia que se puede contar desde dos puntos de vista, esta letra expresa el mío sin más intención que describir como me siento o me he sentido.
Desde que te fuiste, le tengo miedo a la nostalgia,
por pintar los silencios con recuerdos que reabren la hemorragia
de lo que fuimos, de las heridas que me hiciste y no he cosido, de la derrota,
y me desangro pensando que aposté mi corazón,todo, en promesas rotas.
Desde que te fuiste, te imagino volando libre de ataduras y cadenas,
duele imaginar que no fui sol sino condena, que dejarme ir valió la pena,
y yo, con los pies manchados de sangre de tanto seguirte sin saber a donde,
con unos labios agrietados incapaces ya, de pronunciar tu nombre.
Cuando aposta me llamaba idiota, feo y sin talento porque te enfadarías,
que me callarías con un golpe en la frente porque siempre me defendías,
saber levantar la ceja, cuando tu mejor vestido era mi ropa,
el beso de buenas noches para que lo último que notara fuera el tacto de tu boca.
O tus manías como repetir pronombres en una frase pero nunca por escrito...
y así podría enumerar los momentos en un verso infinito,
pero el corazón ya no late como toca, cada palpito es un grito.
Cuando miro a las fotografías y me pregunto si ese soy yo,
porque no me reconozco, ¿ a dónde fue el sentimiento? ¿por qué lo abandonó?
aunque por mucho que recuerde y diga " lo he vivido no sonrío,
así que explícame por qué me siento tan vacío.
Algunos creen que debería odiarte por marcharte sin avisos, sin respuestas,
por dejarme reconstruyendo el puzzle de mi corazón y haberme escondido piezas,
y luego buscarme para ser amigos como si el dolor a ti ya no te afectara,
mientras todavía sangraba por las palabras: "no estoy enamorada".
y después dijeras que todo era mentira, que necesitabas tiempo, poner las cosas en su sitio,
y yo parase mi vida entera, para que al final todo fuera como al principio,
por dañar a gente que no se lo merecía por el deseo y la añoranza,
odiarte porque volviste para darme un instante de esperanza.
Pero se equivocan, por todo eso debería odiarme a mi mismo,
te dí mi confianza cuando era de cristal y escombros pero fue un espejismo,
cuando me llamabas mar, petitodullsblauscomelcel, y me querías
que harías lo imposible por recuperarme, el amor de mi vida, eso me decías.
Una parte de mi te creyó a ciegas, la otra mitad rota dijo demuéstramelo,
demuéstrame que existe ese vinculo irrompible entre tú y yo,
y se marchó, otra vez, llevándose las ganas de querer creer en ella a cualquier precio,
me dejó, otra vez, como un necio bailando a solas con el silencio.
Porque ahora todo es un maldito y gran quizás,
puede ser que tus palabras estén y estuvieran vacías,
tal vez no y desees abrazar este mundo en ruinas por la ansiedad,
pero no sabes lo que duele escuchar un te quiero y dudar de si es verdad.
El miedo de que utilices esta letra como justificación,
"veis lo que dice, no tenía otra opción",
el miedo a que supieras que sí, y aún así tomaras esa decisión.
Ya da igual, intentaré no buscar la aprobación de la gente,
me cansé de refugiarme en opiniones, decir que para mi es importante,
de modo que puedes decir que no entiendes como soy tan cerrado,
por tener claro el tipo de persona que quiero a mi lado.
Cuando prendas la llama el amor será un incendio y yo en el centro,
cuando prendas la llama consumiendo el pasado a fuego lento,
el humo que expulses se desvanecerá dibujando mi silueta,
para recordarte que olvidaste lo que un día fue tu meta.
Tal vez cuando lo exhales no aparezca nada,
porque no habrá nada que necesites o quieras recordar,
y cuando no queden más que un rastro de miradas apagadas,
escribiré sobre las cenizas dos quizás más por los que llorar:
....
Quizás en un futuro nos encontremos y le hallemos a esto algún sentido,
quizás estos son los últimos versos que te escribo.
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