Mi corazón, bloque de edificios en la noche del centro,
goteo de luz entre silencio y cemento,
partida de ajedrez cuyo tablero cambia por momentos,
mientras olvido como hacer los movimientos.
He vuelto a dormir con los armarios abiertos,
he vuelto a juzgarme usando tus labios,
Me avergüenzo de ser error sin fundamento,
por no ser ni el reflejo de tu fe en el calendario.
He vuelto a mirarme con los ojos del tiempo
A cuestionarme el por qué vuelvo y me pienso
Nostalgia de un fuego que ya no calienta,
Adicto al instante en que muerden las hienas.
Aún cuestionándolo, vuelvo y me pienso,
Pedro, ¿la ambición define mi techo?
¿Soy lo que consigo?¿Se resume en eso?
¿Quiero vivir tranquilo o llegar lejos?
Sigo buscando si tengo talento,
Aunque a estas alturas es un tesoro hueco,
Sigo secando preguntas al aire,
Para usarlas de punto de página de este don nadie.
El eco del tren revela nuevas partidas,
Soy rieles de café que cubre la nieve,
disuelto entre billetes de ida,
¿Llegarán al destino sin que el dolor se subleve?
Esta disyuntiva es mi patio de recreo,
Jugando a encontrarme en mundo paralelos,
Pero ya no quita el sueño este gris infundado,
Pues he descubierto que tiene el núcleo rosado.
He vuelto a mirarme con los ojos del tiempo,
A cuestionarme el por qué vuelvo y me pienso
Pero ya no quita el sueño este gris infundado,
Pues he descubierto que tiene el núcleo rosado.