Lanzo monedas a una fuente vacía,
Deseo perenne, la Sed de armonía,
Soy Rayo sin trueno, luz y silencio,
¿Es autoengaño, o es lo que merezco?
Los Pájaros del alba, agonizan en mis labios,
En la comisura cicatrices de cuchillo y barro,
Ahora sangro cada risa espero que no te importe
Que La brisa que ameniza tu pesar duela el doble.
Siento la carga del mártir y su cruz,
La corona de espinas, pero luego buscan tu luz,
Eres nuestro nexo espero que no importe,
Cargar nuestro peso, traernos el orden.
Quizás la lealtad me ha pasado factura,
rol autoimpuesto de sacrificio sin fortuna,
Y la verdad es una bruma de silencio y duda,
Para que el resto crea estar exento de toda culpa.
Sabes, estoy cansado de ser raíz,
Ser nube de nieve en un día gris,
El comodín de la baraja, un arlequín,
Un adoquín de marfil para conseguir tu fin.
Estoy cansado de masticar arena,
fénix entre lluvia y cenizas que truenan,
Del naufragio de ojos grises invidentes,
puente sal a un rubor condescendiente.
Así que mejor no pronuncies mi nombre,
Cuando el orbe te entierre y busques la lumbre,
Quizás una excusa y yo vuelva a ser nadie,
Dulce y herido, diáfano, pétalos de aire.
Lanzo monedas a una fuente vacía,
Deseo perenne, la Sed de armonía,
Olvidarme o demuestrame respeto de mi puesto
Dime ¿Es autoengaño o es lo que merezco?