Dicen: tranquilo todo llega,
tan solo persevera, escribe versos con ojeras,
el deshielo de esta alma prisionera,
que desespera ante condena de esta eterna espera.
Todo llega dicen, a veces mienten,
a veces solo buscan ser condescendientes,
olvida el presente, paso a paso, se paciente,
yo escucho: todavía no eres suficiente.
¿Cuándo es suficiente? ¿Cuándo dices basta?,
¿Cuándo dejas de sentir que la esperanza se malgasta?
si no alcanzas la meta que llevas a cuestas,
¿Por qué pregunto si ya se las respuestas?
Lo juro, no busco ser alguien intemporal,
innombrable, capaz de engañar al tiempo,
un lugar entre escritores cuyo verso es inmortal,
y su recuerdo morirá cuando se apague el firmamento.
Yo quiero ser descubrimiento no certeza,
mirar a los que admiro sin bajarles la cabeza,
un lugar en esa mesa de poetas en olvido,
anónimos, de tú a tú, perder llamarlo amigo.
No busco fama ni un hueco en la historia,
escribo dramas alejados de los focos y la gloria,
mis versos son el polvo que cubrirán las cubiertas,
de libros perdidos hasta que alguien aparezca.
No busco ruido, aplausos, ni reconocimiento,
busco el silencio que precede al sentimiento,
y me escuches con los ojos cerrados, el corazón abierto,
y sientas tuyo el dolor mudo de aquí dentro.
A veces si, es cuestión de ego,
me flagelo digo: no eres bueno,
me condeno, me censuro y topo contra un muro,
tacha, rompe, lee más crece, más noble, más puro.
Siempre con la actitud, la cruz del novato,
para que luego aparezcan cuatro escribiendo garabatos,
confunden el talento con vergüenza pues su éxito,
es proporcional al fanatismo de su séquito.
Pero tranquilo dicen, todo llega,
tan solo persevera, escribe versos con ojeras
dime ¿cuánto durará la espera?
dime ¿ Y si no llega?