Mis latidos van al compás del ritmo,
Escuchalos, aquí puedo ser yo mismo.
viernes, 13 de febrero de 2015
domingo, 8 de febrero de 2015
10.
Emprendo el vuelo con las alas rotas
Duele, pero siempre me gusto el color de las derrotas.
No importa si es rozando el cielo,
No importa si es a centímetros del en suelo.
Vuelo.
Tú decides si ser ese deseo escondido en el leteo,
O ser el aire sobre el que planeo.
jueves, 5 de febrero de 2015
A dos metros bajo tierra
Me levanto de la cama maldiciendo al despertador, al sol por acariciar mis ojos cuando no lo he pedido, ocultando con su presencia el tibio brillo de la luna. Me levanto maldiciendo las horas que no he dormido o las que me quedan por dormir pero nunca, nunca me he levantado pensando: Gracias.
¿Para qué? ¿Por qué debería hacerlo? Pensando que la vida me debe por derecho un día más. Y así poder pasar la vida entre cosas que no callo, entre luchas que siempre estoy librando por conseguir lo que quiero y las cosas que me guardo, los miedos que me escondo, las acciones que no demuestro, no decir todo lo que pienso o siento, porque siempre habrá tiempo, porque siempre habrá una oportunidad y si no es hoy, será mañana, porque el mañana siempre llega, porque la vida me debe ese día y el siguiente y el siguiente...
Y me gustaría hablar en general, como si eso le pasará a todo el mundo, pero no lo sé y sería engañarme pues en el fondo se que estoy hablando de mí. Preso de esta vorágine de rutina, de creer que la muerte es algo anti-natural y que no tiene porque llegar o que es ajena a las personas que me rodean. Me odio por necesitar de una pérdida para darme cuenta de que no siempre van a estar ahí a mi lado, de que me quedaban tantas cosas por hacer, tantas cosas por decir y que ya no podré hacerlo nunca más para darme cuenta de que tenemos los segundos contados y que en parte depende de mi como aprovecharlos. Y entonces en un lógico y estúpido arrebato me dedico a hacer letras para acallar la conciencia, como si decir lo que no dije antes sirviera de algo, como si hacer más caso que antes a la gente que me rodea paliase todo lo que no les he dado antes. Pero lo que más odio es que ese sentimiento de desazón y de repulsión a mi mismo dure lo que tarda en morir un suspiro. Y vuelva a callar, vuelva a no demostrar todo lo que siento, a acomodarme en la vida por volver a creer que ella me debe un día más, y que si no he podido demostrar algo o luchar por algo hoy, siempre podré hacerlo mañana.
No joder, no siempre va a haber un mañana, dejemos de exigirle al futuro algo que jamás nos va a prometer. Un día más. Y no, este escrito no es un canto a la vida, no pretendo ni quiero incitar a nadie con el eslogan de "aprovecha cada segundo de tu existencia", no te pido que te levantes dando gracias, ni diciéndole a la gente de tu alrededor que le quieres cada cinco minutos por sí acaso te pasase algo ese mismo día. Haz lo que quieras con tu vida.
Pero ella no te debe nada y cuando el futuro se vista de negro y haya personas que desaparezcan y ya no puedas decirle nada, no puedas demostrarle nada, no te quejes, sufre, pero no te quejes ni creas que lo que hagas después para lavar la conciencia servirá porque tuviste la oportunidad y todo lo que una vez callaste sera tu maldita carga, y la llevarás siempre.
Tú sabrás la carga que quieres aguantar sobre tus hombros, o no.
Yo sabré la carga que quiera aguantar sobre mis hombros, o no.
lunes, 2 de febrero de 2015
2ª Ronda poetry slam en café a tres bandas (30-01-15)
PÁJAROS DE PAPEL
Mi cabeza es un nido de pájaros con las alas de cristal,
tienen miedo de volar cada aleteo es un final
y ya, solo queda el canto mudo que revela su dolor y sus antojos,
soñando con ser lágrima y escapar por el cielo de mis ojos.
Por creer más en miradas que no entienden de tapujos,
hartos de naufragar en labios rotos,
desfigurados por la palabra precisa
que, se dibuja en mi sonrisa,
con la intención de convencerte como única premisa.
Pájaros de seda con los que el viento se viste,
dejando en el aire todas las mentiras que me dijiste,
que nos dijimos...
Como cuando dije que nunca me sentí pequeño,
que no me miro al espejo y repito tranquilo eres bueno,
que no estoy obsesionado con ese flow que más que viento es un destello,
que te obligue a cerrar los ojos y asentir moviendo el cuello.
Como cuando dije que nunca fuí un capullo,
que nunca me movió el orgullo,
y no rehuyo de los golpes del murmullo
Porque siempre,
tuve el valor suficiente para ir de frente
sin importar las consecuencias
y que no fuí un hipócrita más que se movió por apariencias.
Mentiras.
Como cuando decís yo soy así,
igual fuera que por dentro,
puedes confiar en mí,
verás que no te miento.
Hasta que el tiempo deshoje tus siempre llenos de nada,
tus abrazos de ceniza, el adiós de tu mirada,
y me digas que no merezco ni un misero reproche,
pues la verdad es como un espejo roto pues depende del enfoque.
Nos atrevimos a llamar toda esta puta basura como la pura realidad,
pero las palabras solo son palabras a no ser que sean verdad.
Por eso, hoy estos pájaros vuelan con alas de papel,
allí escribo lo que soy mis miserias, cicatrices en el alma y la piel
un retrato fiel.
Allí, en ese vuelo recto soy ego,
soy miedo,
soy todos mis no puedo,
soy todos mis te quiero
soy sinceridad y actitud.
Dime que me puedes ofrecer tú.
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